Aquella guerra maldita.
Fuera de todo fanatismo religioso recordando historia de los acontecimientos de los años de aquella guerra maldita.
Saltan en la memoria, el padre Cosme y Rutilio grande, valientes que clamaron por justicia en favor de los humildes.
Fueron considerados dignos de muerte por aquel régimen opresor.
El martirio de todo un pueblo comenzó mucho antes de los años 1980, luego el final con los acuerdos traidores en 1992.
Hombres y mujeres valientes que vivieron tiempos de injusticias en el salvador.
Son héroes que tuvieron la valentía de alzar la voz en defenza de los oprimidos de todo un pueblo que sufría las vejaciones que una minoría de terratenientes imponía a base de represión y muerte.
Más de 30 años del martirio de estos héroes que los mataron sin que ellos pudieran defenderse.
Todavía impune sus atroces asesinatos, los verdugos siguen paseándose como señores honorables en nuestra patria, su sangre clama por justicia, esperando algún día el castigo los alcance.
Nuestra lucha continua en busca de justicia e igualdad.
Veo los campos que de niño recorrí en busca del refugio de los montes, tristes recuerdos del que nació en la guerra y vio el horror de esa época oscura.
El mundo dio un salto tecnológico, el conocimiento accesible para todos.
Pero difícil que un pueblo sumido en la miseria intelectual, acostumbrados a que les digan que hacer, busque el saber de un día para otro.
Siglos de marginación que desde el nacimiento se inculca en cada nueva generación, la mediocridad, el conformismo, la dependencia e ignorancia en general, donde se nos hace creer que hay clases de seres humanos, si nacistes pobre debes aceptar tu destino con alegría y humildad, ha sido la enseñanza filosófica de la iglesia cómplice, que en el pasado y el presente, iglesia y estado han conspirado en detrimento de las grandes mayorías.
Porque un pueblo ignorante es fácil de dominar.
Nuestra libertad, un derecho sublime, defenderla, honrra a los mártires del pasado de nuestra sociedad.
Escrito por. Rc.
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