Soy del pasado y vengo al presente,
Me toco vivir días grandiosos y terribles, llenos de dicha y desgracia, donde la misera felicidad es corta y frágil como la espuma del mar.
Lugares soñados para existir, abia un lugar al que llame hogar. Árboles enormes, majestuosos conacastes, así como los grandes y frondosos amates, la lluvia que refresca la hierva y la tierra fértil que siempre en su tiempo nos deja bendición de las cosechas. El maíz, arroz, frijoles, y maicillo, son semillas que llevan vida a nuestra mesa.
Felices en aquel tiempo a pesar de nuestra precaria forma de existencia.
Pero ni tal feliz miseria fue para siempre. Somos gente de lucha que encontramos salida a cualquier circunstancia. Teniendo derecho a un pedazo de tierra se nos negaba a fuerza de balas y golpes.
El salvador, siendo un estado, el más pequeño de centro América, ellos los dueños de la tercera parte de nuestra madre tierra, en aquel espacio dejado en migajas para un pueblo hundido en la miseria, la gente prospera con grandes esfuerzos de trabajo mal pagado y sin derechos de salud y educación.
Los políticos que gobiernan militares y civiles encumbrados hablaban de bienestar social económico para el pueblo, palabras cumplidas en aquel círculo de burgueses.
Hay que callar lamentos, del pobre que vive sin derechos.
Nos aplastaron con sus botas, mercenarios y tiranos al servicio de aquella elite gobernante.
Un pueblo desesperado buscaba defensa y venganza.
En lo oscuro de aquel tiempo, voces resonantes en lo secreto, decían tener la salida y la victoria para los marginados, nos hablaron de lucha en organización social de la gente, una ideología hasta Entonces desconocida para las grandes mayorías que viven al margen de la educación escolar.
EL COMUNISMO Y SOCIALISMO.
Se presentó como él salva vida de nosotros los oprimidos.
Una generación aguerrida surge y demuestra su valentía, empujada por una filosofía de un mañana mejor, una herencia de bienestar social para las nuevas generaciones, vencer o morir era el grito de lucha, los campos se tiñeron de sangre de un pueblo peleando entre hermanos, los que comandan la cruenta batalla se mantenían a salvo de la furia de los que luchaban, pasaron años de sangre, los valientes murieron con la esperanza de la igualdad social para todos.
Promesas de una falsa revolución.
Un final y triunfo de derechas e izquierdas. Luego más de 30 años de pos guerra.
¿Dónde quedaron las promesas comunistas? ¿Dónde está el comandante guerrillero?
El que bajo de la montaña con nada más el calzón que llevaba puesto como riqueza.
Ahora maneja carro del año y vive en casa de residenciales privadas con millones de dólares en bancos del extranjero. ¿Cuál fue el destino de aquel pueblo que lucha por su derecho?.
Ya no cantan los guaraguaos sus casas de cartón, porque todo fue un engaño en favor de unos pocos.
La gente desplazada y para eso no encontraron canción.¿Dónde quedo el Guerrero?, pues pobre como al principio.
Una historia se abre paso en el año 2019. Que nuestra lucha sea reivindicada. Y que el engaño y la mentira no oscurezca el futuro que apenas vislumbra en el horizonte de nuestra patria.
Escrito por Rc.
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